Ahora se estudiara la rama de la física interesada por los fenómenos eléctricos y magnéticos. Las leyes de la electricidad y el magnetismo desempeñan un papel central en la operación de dispositivos como radios, televisores, motores eléctricos, computadores, aceleradores de alta energía y otros aparatos electrónicos. Fundamentalmente, las fuerzas interatómicas e intermoleculares responsables de la formación de sólidos y líquidos son eléctricamente de origen. Además de esto, fuerzas como la atracción y la repulsión entre objetos y la fuerza elástica en un resorte surgen de fuerzas eléctricas en el nivel atómico.
Evidencias en documentos chinos sugieren que el magnetismo ya era conocido alrededor del año 2000 a.C. Los antiguos griegos observaban fenómenos eléctricos y magnéticos posiblemente tan temprano como en el 700 a.C. Ellos encontraron que cuando se frotaba una pieza de ámbar se electrificaba y atraía pedazos de paja u hojas. Los griegos supieron de observaciones del fenómeno que ocurría de manera natural cuando la roca magnetita (Fe3O4) era atraída por el hierro. (La palabra eléctrico proviene de elektron, el vocablo griego para ''ámbar''. La palabra magnético proviene de Magnesia, el nombre de la provincia griega donde se encontró por primera vez la magnetita).
En 1600 el inglés William Gilbert descubrió que la electrificación no estaba limitada al ámbar sino que se trataba de un fenómeno general. En los años posteriores a este descubrimiento los científicos electrificaban una infinidad de objetos, ¡incluyendo pollos y personas! Los experimentos de charles Coulomb en 1785 confirmaron la ley del cuadrado inverso para las fuerzas eléctricas.
No fue sino hasta la primera mitad del siglo XIX cuando los científicos establecieron que la electricidad y el magnetismo eran fenómenos relacionados. En 1819 Hans Oersted descubrió que la aguja de la brújula se desviaba cuando se colocaba cerca de un circuito que conducía una corriente eléctrica. En 1832 Michael Faraday y, casi simultáneamente, Joseph Henry mostraron que cuando un alambre se movía cerca de un imán (o, de manera equivalente, cuando un imán se movía cerca de un alambre), se establecía una corriente eléctrica en el alambre. En 1873 James Clerk Maxwell uso estas observaciones y otros hechos experimentales como base para formular las leyes del electromagnetismo que se conocen en la actualidad. (Electromagnetismo es el nombre que se dio a los campos combinados de electricidad y magnetismo.) Poco tiempo después (alrededor de 1888) Heinrich Hertz verifico las predicciones de Maxwell al producir ondas electromagnéticas en el laboratorio. Estos logros condujeron a desarrollos tan prácticos como el radio y la televisión.
Las contribuciones de Maxwell al campo electromagnetismo fueron especialmente significativas debido a que las leyes que el formulo son básicas para todas las formas de fenómenos electromagnéticos. Su trabajo es tan importante como el de Newton en torno a las leyes de movimiento y la teoría de la gravitación.